Desde hoy iniciamos la edición digital de El periódico El Taller, publicaremos por este medio la gran mayoría de los artículos aparecidos en el periódico El Taller desde su edición #1 de Mayo de 1998. Como el periódico más que noticias es un contador de historias, la actualidad no se pierde.
El Taller nace por el deseo de contar y conocer la historia del los barrios Fátima Y Nutibara e inicialmente se repartió en esos dos barrios. La primera edición fue en fotocopias y se sacaron 100 ejemplares, la segunda Edición se hizo en la litografía Etilujo y sacamos 1.000 ejemplares, la tercera fue de 2.000 y ese empezó a repartir también en Malibú con muy buena aceptación. Cuando sale la edición #5 se reedita la edición #1 ya en litografía para quien fuera a coleccionarlo lo pudiera hacer.
Iniciemos:
Año 1 Numero 01. Mayo de 1998
El Taller
|
El Taller Edición # 1 |
Nace una tribuna para nuestro
querido barrio de Fátima. Acá tendrán cabida los habitantes, los negocios, las
ONG, los profesionales independientes, la Acción Comunal los grupos juvenil y
prejuvenil, la parroquia y todo el que tenga interés por este barrio, todos
están invitados.
Las personas que llegaron al
barrio hace 42 años recuerdan con nostalgia o saudades aquellos años donde,
igual que en un pueblo, todas las familias se conocían, se quería y se ayudaban
unas a otras. La solidaridad era el denominador común en aquellos 10ó 20
primeros años de vida del joven barrio.
Hoy en día algunas de las viejas
familias se han marchado y, en la gran mayoría, los hijos han crecido y han
formado sus propios hogares y se han ido del barrio. Pero también los que se ha
ido tienen su cabida en nuestras humildes páginas y vamos a invitarlos.
Nos acordamos por ejemplo de
apellidos como Betancurt con don José a la cabeza, Serna, Ocho, Olaya, Roldan
Betancurt, Escobar, Mejía, Valencia, Palacio, Ramírez, Toro, Castaño,
Castañeda, Pineda, Correa y de tantos otros que sería muy extenso enumerar.
Fátima ha sido un barrio de Calor
humano y de solidaridad. Hoy en día, aunque hay personas que ya no conocemos,
debemos reconocer que se siguen conservando muchos de los antiguos valores y
también que han surgido, con las nuevas generaciones, otras cualidades que
deben ser rescatadas.
Precisamente hemos bautizado
estas hojas con el nombre de El Taller, porque queremos conservar los buenos
valores existentes, rehacer los antiguos y cultivar los nuevos. Por una buena
unión en el barrio trabajemos todos.